Aprovechan la radiación solar para generar electricidad que es vendida a la Compañía Eléctrica Distribuidora a un precio muy favorable. De esta manera un proyecto de producción energética a partir de una fuente renovable, además de ser ambientalmente sostenible, se convierte en una inversión con una rentabilidad muy ventajosa, entre el 8 y el 10%, desde el primer kilovatio instalado.